Tatuarse No Es Para Personas Inseguras

 Una vez alguien me dijo, “¡Ay! No sé si alguna vez me tatuaría…”, a lo que yo respondí, con una pregunta: “¿Por qué no?” — “Porque no se si podría tener algo en mi cuerpo que dure toda la vida …solo de pensar que es permanente me hace dudar si podría hacerlo…¿y, si no me gusta? ¿Y, si me aburro?” Respondió ella.

Le respondí: “Pero…estás casada, esa es una decisión bastante permanente, es cierto, te puedes divorciar pero la experiencia siempre quedará y marcará tu vida, de la misma manera que un tatuaje te marca y se queda contigo.”

Tatuarse es como cualquier otra decisión de la vida, es cierto, algunas decisiones son fáciles de cambiarlas o “deshacerlas”, pero la experiencia, la marca siempre queda. Las decisiones son permanentes con consecuencias reales y hacerse un tatuaje es solamente una decisión más.

Tatuarse no es para personas inseguras, tatuarse es una decisión seria, a pesar que hoy en día es cada vez más popular, no deja de ser permanente y no deja de ser la marca de una persona que sabe lo que quiere.

Todos cambiamos y evolucionamos con el tiempo, hay tatuajes que ya no nos gustan o nos representan, pero no andamos llorando, diciéndole a medio mundo que cometimos un error, nos arremangamos las mangas y salimos al mundo sin miedo, sin miedo a ser juzgados, sin miedo al qué dirán, decididos de lo que queremos en la vida y dispuestos a luchar por ello.

Un tatuaje no debería de ser un impedimento para obtener trabajo, todo lo contrario, las personas tatuadas muestran que están dispuestas a comprometerse con algo y hacerle ganas, al fin de cuentas eso es lo que hacemos con aquellos tatuajes que ya no nos gustan o representan, decimos: “lo hice en otra etapa de mi vida, nadie puede quitar esa experiencia de mi, y esa experiencia me hizo lo que hoy soy.

Aunque, existen los cover ups y el láser, los tatuajes siguen siendo para personas decididas, personas que no le temen al dolor, personas que no tienen miedo.